Carles Moya (@PointPixelAdv) es un desarrollador independiente barcelonés de aventuras indie y amateur cuyas características principales son el humor y los gráficos pixelados a modo de las viejas aventuras, y aunque no lo hace para elogiar o rendir homenaje a las de los 80 y 90, nos deja muy claro sus gustos. Es multi-faceta y lo hace todo: guion, gráficos, programación…
En su haber tiene dos aventuras gráficas. La primera del 2019 titulada The Castle, inspirada en Maniac Mansion, y que lanzó bajo el sello Ishtar Games, que luego renombró Point & Pixel Adventures, quizá porque se dio cuenta de que en Francia había otra casa del mismo nombre que hacía lo mismo. Lo curioso de esta otra aventura pixelada es que manejabas tres protagonistas a elegir entre ocho, cada uno con sus características propias, con lo que cambiaba el desarrollo y podíamos ver cinco finales diferentes. Nuestro objetivo era acabar con un malvado vampiro y no fue comercial hasta el 2023.
En La Leyenda de Skye se ha soltado un poco y es mucho más completa en el desarrollo y guion, más larga y más inmersiva, pero sigue siendo point & click y con el mismo desarrollo de pantalla en cuanto al inventario y los verbos. También en este caso ha contado con un músico profesional para sus melodías. Para hacernos una idea mental diríamos que es una mezcla de Indiana Jones y Legend of Kyrandia.
Los requisitos recomendados del sistema son: sistema operativo Windows 7 a 11, procesador Intel Dual Core a AMD CPU, memoria de 512 MB de RAM, gráficos y sonido compatibles con tarjetas DirectX 11 y 200 MB de espacio disponible.
Está disponible en Steam al precio de 10,79 euros. Si queremos el juego y la banda sonora está a 12,40. Aquí también encontraremos una demo del juego para poderlo probar. Si miramos en las actualizaciones veremos que ya hay dos menores, una del 8 de abril (V1.3.3) y la segunda del 10 (V1.3.4). También podéis encontrarla en itch.io al precio de 10,99 y en GOG a 10,79.
Como curiosidad, sabemos que Skye es el nombre de una isla al norte de Escocia, la más conocida de las Tierras Altas. Habitada antiguamente por los celtas, con sus druidas, sus paisajes y arboledas (por lo que es más famosa). Bien… quizás no es más que una coincidencia.
Ambientación
Estamos en un mundo medieval de fantasía donde conviven humanos con seres fantásticos como gnomos, druidas y hechiceros.
Nuestra protagonista es una joven druida llamada Skye, preocupada por la arboleda donde vive. Con una despierta inteligencia para resolver problemas, se ocupa del bosque asustando a todos los de la ciudad que van a deforestarlo, y es por eso que los Espíritus del Bosque la eligen para una importante misión: no solo cuidar de su hábitat, sino también descubrir de dónde sale la magia oscura que lo está impregnando todo.
Así que dejará la seguridad del bosque para viajar por un mundo de fantasía donde deberá ir cumpliendo misiones. Su destino principal será frustrar los planes del malvado Rey Finn, sin saber que el origen de todos los males está en manos de otro malvado.
Viajaremos por las aldeas druídicas buscando al desaparecido chamán, luego iremos a la Gran Ciudad de las Llanuras, encontraremos al «Robin Hood» de la época, a una bruja malvada que no lo es tanto, rescataremos al chamán que nos pedirá tres ingredientes para hacer un ritual y acabaremos en la torre del hechicero malvado para el duelo final.
Como en toda aventura amateur de ambientación medieval, vamos a encontrar un montón de anacronismos que nos sacarán una sonrisa. En el inventario deberemos coger y usar una lata de piña, cromos de rol o un flotador, por ejemplo. Incluso visitaremos una tienda de rol con una super caja fuerte, figuras y pósteres que son mucho más actuales. También vamos a encontrar en algunos casos el recurso de «romper la cuarta pared» hablando al jugador.
Gráficos
Una nueva aventura de fantasía medieval a la antigua usanza de point & click, con gráficos pixel art y una resolución de 320×180 píxeles, pero que muestra una evolución positiva respecto a su primera aventura, en especial con el sombreado. Mantiene una presentación e interfaz igual que las clásicas aventuras de los 90.
Los objetos del inventario son grandes y bien definidos, al menos sabemos de qué se tratan sin tener que mirarlos. Los protagonistas también tienen un buen tamaño y vemos perfectamente sus caras, aunque no cambian de expresión. En algunas ocasiones, al entrar en las conversaciones quedamos en un cara a cara en pantalla completa con nuestro antagonista, aunque nosotros estamos de espaldas. (¿Influencia del primer Monkey Island?).
Por otro lado, la perspectiva al alejarse el protagonista o al acercarse está bastante bien lograda, agrandándose o empequeñeciendo sin cambios bruscos, con bastante suavidad.
Tenemos como cuarenta escenarios que recuerdan las aventuras de principios de los 90, y todas ellas divididas en unas seis zonas. Todas están muy bien cuidadas, con gran cantidad de objetos para mirar e interactuar, con mucho colorido y con pequeñas zonas u objetos en movimientos, aunque sea una simple caída de hojas en el bosque.
Jugabilidad
Lo primero a tener en cuenta es que el juego se puede conseguir en cuatro idiomas: español, inglés, alemán y francés, pero no solo se traduce la interfaz, sino también los subtítulos. Para ello ha dispuesto de varias personas que le han ayudado, pero para una aventura indie se puede decir que es todo un logro.
La pantalla, sencilla como en los 90, se compone de dos partes. En la superior, unos dos tercios, tenemos la zona del juego con los gráficos. La inferior se divide a su vez en dos partes, a la izquierda están los nueve verbos de las acciones, los típicos de coger, mirar, hablar, etc. A la derecha está el inventario, con cuatro casillas por columna, que podemos subir o bajar con las flechas laterales, y que podrá contener unos 90 objetos diferentes, aunque no todos a la vez evidentemente.
En la parte superior derecha de la pantalla tenemos el menú de opciones que se compone solo de cinco iconos: idioma (podemos elegir entre los cuatro), reanudar, guardar (ilimitados), cargar y salir. Cuando estamos en la ciudad, al lado del menú aparece otro icono para ir directos a las puertas de entrada.
El juego tiene una carga muy rápida: aparece el logo de AGS, de la compañía, el título del juego y cargamos o empezamos. Es de agradecer, además de que al final los créditos también son muy cortos. La duración es bastante larga, diría que de 8 a 10 horas, pero es así por la cantidad de conversaciones que vamos a tener que hacer y leer. Eso sí, vale la pena no solo para enterarse bien de qué trata todo, sino también para apreciar el sentido del humor del autor. Contad con que al menos tenemos 30 personajes con los que interactuar.
Pero no solamente pasará el tiempo por las charlas que deberemos tener, sino que también es de esos juegos que al no tener una dirección fija a seguir, estaremos dando vueltas de un lugar a otro sin parar para usar nuestro inventario o buscar algo que parece está al otro lado del mapa.
En definitiva, no esperaremos para jugar, disfrutaremos de buenos gráficos, una interfaz sencilla y eficaz, buen humor, idioma que entendemos… ¿Qué más se puede pedir?
Dificultad
En general no es una aventura difícil, solo tiene mucho mapeado y falta saber qué objeto hay que usar en el lugar adecuado. Con las conversaciones y observando los objetos del inventario siempre acabamos teniendo una pista. Y, además, siempre tenemos el probar y probar todo donde sea.
Vamos a poder morir en varias ocasiones, más bien pocas, pero no tenemos que preocuparnos porque renaceremos sin tener que cargar una partida guardada y en el mismo lugar.
En lo que se refiere estrictamente a la dificultad de los puzles, la aventura está centrada en la lógica y no en la habilidad, con soluciones bastante inteligentes y cotidianas, pero no por ello menos difíciles hasta que lo ves claro. Hay varios juegos en los que nos va a parecer que estados ante juegos de lucha o habilidad, pero después de perder varias veces deberemos buscar una solución inteligente sin nada que ver con el tipo de juego si no con el inventario.
No es un juego lineal en absoluto y podemos ir resolviendo los puzles en el orden que queramos o podamos. No existen las vías muertas y siempre se puede completar.
Sonido
Este apartado se lo lleva Michael Lückgen (@Turtle7yp), autor de las melodías que oiremos. Son canciones largas, suaves, alegres, melodiosas o tenebrosas, dependiendo de la zona en que estemos. Hay una gran cantidad y a nuestro gusto son excelentes. Todas se unen muy bien a la situación en que estamos, quedan muy armoniosas, son agradables de escuchar y no cansan.
Aparte de esto, también está lleno de efectos de sonido, algunos escuetos como cierres de puertas o golpes y otros largos como el sonido del agua o los trinos de los pájaros en el bosque.
Terminamos saldando una deuda pendiente con Lorenzo (@lrzbn), magnífico artista de quien tomamos una de sus obras dedicadas a The Legend of Skyle sin citarlo en la edición impresa. Dejamos constancia de nuestro reconocimiento y admiración en esta reproducción a escala completa de su dibujo.